Aislamiento de las máquinas de resonancia magnética
El aislamiento del suelo de la sala se realiza colocando soportes anti vibratorios debajo de una losa de hormigón
Es imprescindible mantener un total cerramiento de la sala para mantener el principio de la Jaula de Faraday. Por ello, es necesario seguir unas pautas a la hora de instalar el sistema de aislamiento. El primero es que los anclajes, tanto de la sala como de los elementos de su interior, no deben estar en contacto con ningún elemento metálico externo a la sala, es decir, no pueden estar en contacto con ningún refuerzo de la losa de hormigón inferior u otro hacer estructural del edificio. Los anclajes deben estar conectados eléctricamente con la jaula de Faraday, por lo que deben estar compuestos por materiales conductores eléctricos pero no deben ser conductores magnéticos ni provocar corrosión galvánica con la Jaula de Faraday. Hay diferentes soluciones para el aislamiento de las máquinas de resonancia magnética, pudiéndose combinar las diferentes opciones a la vez. Una losa de hormigón se debe sumar al aislamiento de la pared y el techo, es lo que se conoce como el “Box in Box”, donde la sala se aísla mediante soportes anti vibratorios de la estructura del edificio en toda su superficie para conseguir aislar el suelo, las paredes y el techo de la sala de la posible transmisión de ruidos (insonorización de la sala) y vibraciones que pudiesen transmitirse a través de la estructura del edificio. Las paredes interiores se unen también a las paredes estructurales del edificio mediante soportes anti vibratorios de pared, diseñados para conseguir un aislamiento acústico elevado de las posibles excitaciones transmitidas por vía estructural en el edificio. Por último, el aislamiento del suelo de la sala se realiza colocando soportes anti vibratorios debajo de una losa de hormigón, ya sea un elemento continuo como el de la imagen o colocando soportes anti vibratorios elastoméricos (con acero no magnético) repartidos por la base de la losa. Esta losa de hormigón sirve para conseguir un reparto más homogéneo de las cargas en toda la superficie.