Evolución tecnológica del sonómetro
Todo esto, tiene que ver con aspectos físicos del sonido y varían muy poco o nada con el tiempo, no son altamente sensibles a los avances tecnológicos, porque son aspectos propios de un fenómeno físico, como en este caso el sonido.
En la actualidad, los avances tecnológicos han permitido el desarrollo de sonómetros programables para múltiples funciones, incorporando análisis espectral en dominio de la frecuencia y memoria interna para el almacenamiento de los resultados, pudiendo determinar con muy alta precisión muchas características de las ondas sonoras, que la observación y percepción auditiva no son capaces de determinar y cuantificar, mejorando las evaluaciones y toma de decisiones para la gestión y control del ruido en el medioambiente y con ello, la calidad de vida de la comunidad. En el caso del ruido en el medio ambiente, la respuesta está en la necesidad de cuantificar el sonido para regular los niveles de ruido y con ello limitar la percepción de molestia y evitar las nocividades de la exposición al ruido, sobre todo en las cada vez más grandes urbes metropolitanas. ¿Y cómo se ha hecho esto a lo largo de la corta historia de la ingeniería acústica? Mediante un micrófono que recibe ondas sonoras y las transduce a un impulso eléctrico, el que es procesado por el cerebro de un sistema y permite discriminar diferentes características de la onda sonora, en función de si son transitorias o permanentes, estacionarias o no estacionarias, aleatorias en instantaneidad y estadística, periódicas, etc. Dentro de estas características, los parámetros de una onda sonora que normalmente se obtienen, procesan y evalúan son la amplitud, frecuencia, niveles equivalentes, percentiles, evolución temporal o espectrograma, tiempo de reverberación, entre otros descriptores derivados de ellos y la posibilidad de aplicación de diferentes ponderaciones para dotarle a una determinada medición de ondas sonoras de un carácter fisiológico o, si se quiere, psicoacústico, acorde a la respuesta auditiva – la mayoría de las veces – del ser humano, como por ejemplo la ponderación “A”, que origina al más usado descriptor en cuanto a normativas de ruido en el medio ambiente de los diferentes países y regiones, el dB(A). Todo esto, tiene que ver con aspectos físicos del sonido y varían muy poco o nada con el tiempo, no son altamente sensibles a los avances tecnológicos, porque son aspectos propios de un fenómeno físico, como en este caso el sonido. Más sobre la nota: https://codexverde.cl/evolucion-tecnologica-del-sonometro-una-herramienta-fundamental-para-el-cuidado-del-medio-ambiente-sonoro/