Recomedaciones postcuarentena para el medioambiente
Después del Coronavirus se deben tomar en cuenta medidas para mejorar la calidad de vida en cuanto al ruido
Hay lecciones importantes que sacar. La planificación urbana es fundamental y lamentablemente, en Chile es posible encontrarse con verdaderas anomalías en materia de ordenamiento territorial, lo que de la mano con las normas específicas vigentes para el territorio nacional, conllevan problemáticas que son muy complejas de equilibrar entre lo técnico desde el punto de vista ingenieril, lo normativo o legislativo y también lo económico, y en este sentido, hay elementos indicativos de una casi imposibilidad de resolución de un gran número de conflictos reconocidos, como sí se han resuelto en países que están más a la vanguardia en estos temas. Por ejemplo determinando la capacidad acústica de ciertas zonas saturadas o al borde la saturación, pudiendo escoger las prioridades para favorecer que los desplazamientos entre lugares de residencia y de ocupación laboral o académica, sean más expeditos con la implementación de vías expresas y medios para la impulsión de estos fines, como por ejemplo la ampliación de oferta de medios de transporte más silenciosos como trenes eléctricos, lo que implica incrementar el número de líneas para acercar las estaciones a los sectores más poblados, que van en aumento e incluso provocando cambios en cuanto a cuestiones culturales, porque Santiago es una ciudad que en los días hábiles "duerme" recién a las 00:00 horas o más tarde por diversos motivos, ya sea porque hay un porcentaje no menor de personas que después de su jornada laboral estudia o acude a alguna actividad de esparcimiento o deportiva, por lo tanto la disminución más significativa de flujo vehicular no se produce sino hasta avanzada la noche y esas personas se tienen que mover, son libres de hacer sus actividades, pero sería bueno repensar los medios que como país favorecemos para que estas se realicen. Otro punto importante es revisar la real necesidad de apertura de los centros comerciales en horarios tan extendidos, lo que también favorece que la gente regrese a sus casas más tarde, a veces de manera innecesaria o no por asuntos de primera necesidad, ni urgencia. Lo importante, es la toma de conciencia que la contingencia pueda favorecer, para que tengamos implantados los deseos de generar el cambio, que no es por otra cosa que el bien de la misma ciudadanía y en lugar de tener el concepto de que la quietud comienza a las 00:00 horas, entre todos avancemos hacia el cambio cultural que nos permita concebir la idea de que a las 22:00 horas debe comenzar a respetarse el descanso y si no es por uno mismo, será por las necesidades de otras personas y el respeto a ellas. Si consideramos que con esto habremos ganado 2 horas diarias de una mejor calidad de descanso, nos veremos beneficiados como población, como conjunto y nos reportará beneficios notables en el mediano plazo. La reducción de la jornada laboral o la normalización del teletrabajo, en la medida que no impacten significativamente en la producción que requiere el país, también sería una medida que sin dudas aportaría a la consecución de este objetivo. Tenemos el desafío de hacer comprender masivamente que el ruido no está asociado al confort o al lujo, sino a la salud. Declaraciones: Jorge Carrasco. Jefe de Proyectos de Decibel.